RIM se encuentra a las puertas de la que probablemente sea la decisión más importante de su historia. Y es que tras la importante caída de sus ventas (sus cuotas de mercado en la mayoría de países están cayendo en picado) y tras perder más de un 80% de su valor en bolsa durante el año pasado, los canadienses se enfrentan a todo un reto con motivo de la presentación de sus resultados financieros. Sobre todo porque si un milagro no lo remedia, será el segundo año consecutivo de pérdidas. En este sentido RIM necesita urgentemente un cambio de rumbo que vuelva a situar la compañía en el primer plano del mundo tecnológico. Un cambio de estrategia que les libere de esta dura travesía por el desierto que están sufriendo. Sin duda, es posible, ya que otras empresas como Nokia han pasado por situaciones igual de complicadas y se las han apañado para sacar la cabeza. En el caso de RIM, tal y como publica el Sunday Times, parece ser que la compañía canadiense podría estar planteándose separar su negocio de fabricación de teléfonos móviles del negocio donde se englobaría software y servicios a terceros. La jugada sería deshacerse del primero vendiéndolo al mejor postor (candidatos no faltarían: Samsung, Amazon, Microsoft, por nombrar algunos) y concentrarse en el segundo, abriendo la puerta a la comercialización de licencias para otros sistemas. Lo único que parece evidente es que algo diferente tiene que intentar.
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